La agricultura vertical de interior está preparada para abordar los retos a los que se enfrenta la agricultura. Ampliar la producción hacia arriba, y en la mayoría de los casos sin suelo, significa que los agricultores no necesitan hectáreas que se extiendan a lo largo del horizonte para lograr economías de escala y los volúmenes de producto que hacen que sus esfuerzos merezcan la pena.
Dado que estas granjas funcionan en entornos cerrados, independientes del clima y de las estaciones, pueden producirse alimentos durante todo el año a un ritmo constante. Las cosechas se gestionan con precisión y las fluctuaciones que mantienen a los agricultores que cultivan al aire libre despiertos por la noche no son un problema en este caso. De hecho, puede utilizarse iluminación LED para manipular el crecimiento de las raíces, el color del follaje y el tamaño de la cosecha. Como estas granjas no tienen contacto con el mundo exterior, no hay insectos y los cultivos pueden crecer sin pesticidas.
La naturaleza vertical de las granjas significa que el cielo es el límite: los productos pueden apilarse tan alto como sea necesario, amplificando varias veces el rendimiento por hectárea. Dado que se necesita mucho menos espacio en el suelo, las granjas verticales pueden estar en los centros de las ciudades o cerca de ellos, minimizando la distancia que hay que recorrer para
llegar al mercado. Esto es especialmente importante en un mundo en el que los alimentos producidos localmente están ganando preferencia y los consumidores tienen en cuenta la huella de carbono.
No es de extrañar entonces que este sector esté atrayendo inversiones masivas tanto de empresas alimentarias como tecnológicas. Según un estudio de Grand View Research, el mercado mundial de la agricultura de interior estaba valorado en 39.500 millones de dólares en 2021, y se espera que alcance los 44.300 millones a finales de este año.
Una de las principales empresas de este mercado, Aero Farms, estima que para 2030 el valor previsto de la agricultura de interior mundial será de 122.300 millones de dólares. De 2019 a 2023 esperan que el mercado de las verduras de hoja verde en particular crezca con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, por sus siglas en inglés) del siete por ciento hasta convertirse en un sector de 103.000 millones de dólares.
La cuenta atrás está en marcha para hacerse con el título de "granja vertical más grande del mundo", con varias empresas en continua expansión para superarse entre sí. Analizamos las principales empresas que se están haciendo un hueco en este espacio y los puntos de venta únicos que ofrecen.
Hojas verdes en el desiertoAquellos no favorecidos por la lotería geográfica están dirigiendo su mirada especialmente hacia la agricultura vertical, donde estructuras de clima controlado pueden producir los exuberantes productos frescos que sus desiertos arenosos no ofrecen.
Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), sede de una de las mayores aerolíneas del mundo, Emirates, y proveedora de más de 100 líneas aéreas, tiene una considerable demanda diaria de alimentos frescos. Su clima cálido y seco hace que producir alimentos al aire libre sea casi imposible, lo que hace que se dependa en gran medida de las importaciones. La agricultura vertical de interior presenta la solución perfecta.
Las instalaciones de Bustanica, una empresa conjunta de Emirates Flight Catering y Crop One, están situadas cerca del aeropuerto internacional Al Maktoum de Dubái. Aunque la granja de 100.600 m², el tamaño de unos 14 campos de fútbol, es la más grande en tamaño, su producción es menor que la de su rival, Aero Farms. Aun así, la instalación impresiona por su capacidad no solo de producir más de mil toneladas de verduras de hoja verde al año, sino que ha eliminado la huella de carbono que normalmente acompañaría a este producto si se obtuviera en otro lugar. Además, la empresa está ampliando la producción para abastecer a los supermercados de los EAU, reduciendo también su dependencia de las importaciones.
Puesto que los EAU tienen una considerable escasez de agua, el hecho de que el sistema reduzca la necesidad de agua en un 95 %, en comparación con la agricultura convencional, es una ventaja especial. Bustanica produce cada día hasta tres toneladas de lechuga, rúcula, ensalada mixta y espinacas, y pronto ampliará esta colección para incluir frutas y verduras. El sistema de circuito cerrado de la granja está diseñado para hacer circular el agua a través de las plantas para maximizar el uso y la eficiencia del agua. Cuando el agua se vaporiza, se recupera y se recicla en el sistema. La granja tiene fama de tener un impacto nulo en un recurso amenazado como el suelo, una dependencia increíblemente reducida del agua y cosechas durante todo el año que no se ven obstaculizadas por las condiciones meteorológicas y las plagas. La proximidad al mercado también reduce el desperdicio de alimentos.
Está en el aireDando un paso más en la reducción de la dependencia de recursos preciosos por parte de la agricultura, Aero Farms utiliza aún menos agua; en su lugar rocía las raíces con una solución nutritiva.
Las instalaciones de Aero Farms en Estados Unidos son, con diferencia, las de mayor producción por metro cuadrado y solo ocupan 9,4 campos de fútbol, pero se consigue una producción de 10.300 toneladas de verduras de hoja verde. Las granjas están centradas en torno a ciudades como Nueva Jersey y las principales rutas de distribución para garantizar la disponibilidad de alimentos frescos todo el año, hasta la puerta de los consumidores. La empresa se expandirá pronto a Abu Dabi, llevando productos frescos a otro rincón de los EAU.
Aero Farms consigue hasta 26 cosechas al año, y además cuenta con una reducción de agua del 95 % en comparación con la agricultura de interior, un 99 % menos de tierra, cero pesticidas y una fracción de los fertilizantes. El sistema va un paso más allá en su búsqueda de la sostenibilidad, ya que utiliza una tela reciclable hecha de botellas de plástico recicladas como medio de crecimiento, en lugar de agua o tierra. Las semillas se siembran en la tela y, una vez crecidas, las raíces quedan expuestas, lo que facilita su alimentación con la neblina rica en nutrientes. La adición de oxígeno, que se hace circular a través de ventiladores al final de cada lecho vegetal, optimiza aún más el crecimiento de las plantas.
El sistema está completamente automatizado, desde la siembra hasta el cultivo, pasando por la cosecha y el envasado. Dado que los productos están libres de pesticidas, herbicidas y tierra, no es necesario lavarlos, lo que supone un ahorro adicional de agua, tiempo y mano de obra.
El desarrollo de la tecnología y la investigación para mejorar el
rendimiento han desempeñado un papel fundamental en el aumento astronómico de las cosechas que consigue Aero Farms con respecto a cualquier otra granja vertical. Por ejemplo, han logrado un aumento del 59 % en la eficiencia de la iluminación LED en los últimos cinco años y han llevado su ciclo de crecimiento para las verduras de hoja pequeña de 20 a 14 días. Se centran en un control de precisión para maximizar la expresión genética de las plantas optimizando la luz, los nutrientes, la velocidad del aire, la humedad y los niveles de agua.
Aero Farms, que se convirtió en una empresa que cotiza en la bolsa Nasdaq el año pasado, es sin duda una empresa a la que hay que seguir de cerca en cuanto a la investigación y el desarrollo que consolidará la agricultura vertical como piedra angular de la producción de alimentos en las ciudades superpobladas.
Aumentar la seguridad alimentariaUna de las principales ventajas de la agricultura vertical es que se puede producir mucho más en un terreno, ya que el tonelaje requiere una expansión ascendente y no horizontal. Mientras que granjas verticales gigantescas están haciendo grandes incursiones en este sector, las economías de escala necesarias hacen que los pequeños agricultores queden excluidos en su mayoría. Aquí es donde Freight Farms está teniendo un impacto, haciendo que la agricultura vertical sea accesible a más agricultores, y a aquellos de menor escala.
Freight Farms, con sede en Estados Unidos, hace uso de contenedores de transporte para montar granjas de interior que pueden dar servicio cercano a un solo supermercado, restaurante o comunidad. Los sistemas se han extendido por todo el mundo y se pueden encontrar en 38 países, desde el gélido desierto canadiense, hasta las junglas urbanas y los áridos desiertos de varios continentes. Hasta ahora, algo más de 550 de los contenedores están produciendo una cosecha de entre dos y seis toneladas al año en la granja de 70 m³, utilizando solo 19 litros de agua al día.
La idea de la empresa surgió del deseo de producir alimentos en un entorno urbano. Los fundadores Brad McNamara y Jon Friedman empezaron a desarrollar huertos en las azoteas, pero pronto se dieron cuenta de que necesitaban una solución modular y escalable para conseguir realmente un impacto en el kilometraje recorrido por los alimentos. Gracias a la disponibilidad de contenedores de transporte, esto se convirtió en una solución fácil, sobre todo porque permitían controlar el clima y extender las granjas incluso a los climas más severos.
Foto: Freight Farms
Freight Farms utiliza contenedores de transporte para instalar granjas de interior.
El objetivo de Freight Farms es acortar en última instancia la distancia que recorren los alimentos desde la granja hasta la mesa. Pero gracias a la tecnología añadida de la agricultura vertical de interior, los agricultores pueden ahora producir productos de alta calidad y sostenibles, los 365 días del año.
La agricultura vertical está en la cúspide de una enorme revolución a medida que aumenta la lista de ventajas con respecto a la agricultura convencional al aire libre. Con tantas oportunidades en cada uno de los aspectos de estos sistemas avanzados, los inversores, agricultores, consumidores y el medio ambiente van a ver beneficios exponenciales en los próximos años. ●
Si hay un reto que comparten los productores de alimentos de todo el mundo es que necesitan aumentar drásticamente la producción para abastecer a la creciente población mundial, pero utilizando menos tierra y menos recursos. La solución puede estar en la agricultura vertical.
Las instalaciones de Bustanica, una empresa conjunta de Emirates Flight Catering y Crop One, tienen el tamaño de unos 14 campos de fútbol.
Foto: Crop One Holdings y Emirates Flight Catering
Los sistemas de Aero Farms están completamente automatizados, desde la siembra hasta el cultivo, pasando por la cosecha y el envasado.
Foto: Aero Farms
La verticalidad de las explotacionescielo es el límite...
La carrera por el título de 'granja vertical del mundo'.