Manna Irrigation está especializada en el uso de imágenes satelitales para hacer recomendaciones de riego. Para finales de 2020, esta empresa relativamente joven prevé ampliar su oferta usando datos de los satélites equipados con radares SAR (radares de apertura sintética) que le permitirán contrarrestar el eterno problema de la nubosidad.
Su CEO, Eyal Mor, habló con Luke Hutson.
La nubosidad es uno de los factores limitantes en el uso de imágenes satelitales para aplicaciones agrícolas.
New Ag International Julio/Agosto 2020
La empresa israelí Manna Irrigation se fundó en 2016 como una filial de Rivulis, el segundo mayor fabricante mundial de tecnología de riego por goteo. Eyal Mor, el CEO de Manna Irrigation desde su fundación, se encontró con el reto planteado por Rivulis de diseñar y crear un producto revolucionario que integrara la agricultura de precisión y el riego. «La idea era encontrar el nicho y aprovechar la amplia experiencia de Rivulis en el riego por goteo —explica Mor—. Tenía que estar relacionado con el riego, pero no queríamos desarrollar un producto con sensores, otro producto más como los otros. El resultado fue un sistema de recomendaciones para el riego, basado en imágenes satelitales, datos meteorológicos hiperlocales y conocimientos agronómicos, que no requiriera instalar ningún equipo en el campo». La ausencia de hardware es fundamental en el concepto desarrollado por Mor, y ha ayudado a la empresa a introducirse en varios mercados internacionales en poco tiempo. «La solución es global, no necesitamos mantenimiento local, ni hacer envíos (de hardware), ni piezas de recambio, y no utilizamos drones». Además de su presencia local en Israel, Manna Irrigation opera en 10 países: Australia, Nueva Zelanda, India, España, Italia, Turquía, Francia, EE. UU., México y Brasil. A través de la red empresarial de Rivulis, trabaja eficazmente en otras regiones como Sudamérica, y también se encuentra en las etapas iniciales de su actividad en el norte de África.
Pronóstico meteorológico
Eyal Mor, el CEO de Manna Irrigation
Manna Irrigation, que cuenta con 17 empleados a tiempo completo, tiene su sede en el valle de Jezreel (Israel), en el mismo recinto que Rivulis.
Los clientes se suscriben al servicio de Manna, al que pueden acceder a través de un teléfono móvil o un ordenador de sobremesa. Una vez introducidos los límites geográficos de las fincas concretas, el algoritmo del software hace los cálculos y proporciona unas recomendaciones de riego precisas. Además de usar varios parámetros de las imágenes satelitales, que Manna Irrigation usa en su balance hídrico del suelo, la empresa trabaja con un proveedor de datos meteorológicos a nivel mundial. Manna Irrigation recurre a los pronósticos meteorológicos para modificar sus recomendaciones; por ejemplo, si se prevé una ola de calor la próxima semana, se ajustará la recomendación con arreglo a ello, teniendo en cuenta el cultivo y su estado fenológico. El software proporciona el pronóstico del tiempo de los próximos 14 días y los datos históricos de 10 años. Mor explica que en algunos países es importante hacer una planificación del riego con 14 días de antelación, ya que el agua de riego a menudo se debe solicitar a las autoridades por adelantado.
Otros parámetros
«Las condiciones meteorológicas son un factor. Pero Manna cubre todos los factores de la decisión de riego», afirma Mor.
Los parámetros obtenidos de la información de los satélites se traducen en demanda de agua de un cultivo en particular en una fase de crecimiento determinada. También se tienen en cuenta otros factores, como la humedad del suelo, su salinidad y la topografía del terreno. La eficiencia del sistema de riego es otro elemento que hay que considerar: si la planta necesita 20 mm, ¿qué cantidad de agua se debe aportar? Como explica Mor, en el caso de un sistema de goteo probablemente sean 21 mm (la eficiencia es del 95 %), mientras que con un pivote se requerirá más porque la eficiencia es considerablemente menor. «Cada agricultor debe considerar estos parámetros y, por lo tanto, la mayoría de las decisiones que se toman sin evaluar el panorama completo no están optimizadas», afirma Mor.
Comparaciones de campos
Pero ¿cómo sabe Manna Irrigation si lo está haciendo bien? Mor dice que Manna Irrigation lleva a cabo lo que ellos llaman experimentos de comparación. Esto consiste en usar dos fincas adyacentes para comparar las recomendaciones de Manna respecto a las prácticas habituales del agricultor. Mor explica que miden el rendimiento y el consumo de agua, y que han hecho estos ensayos con 12 cultivos. Según afirma, todos los ensayos han demostrado una mejora del 10 % en la eficiencia del uso del agua.
Los productores no pueden hacer esta comparación de manera sencilla, pero el consumo de agua y el rendimiento sí se pueden medir y comparar. «Manna te da tranquilidad cuando ya confías en el sistema... y esto supone un problema importante menos en la lista de decisiones del agricultor», añade Mor.
Nuevas mejoras
Además de ofrecer pruebas gratis, gracias a la naturaleza digital del producto se pueden hacer mejoras continuas en Manna Irrigation, y estas provienen de los clientes, asegura Mor.
La empresa ha añadido tres funcionalidades más a su producto. La primera es la capacidad de dar información diaria sobre el balance hídrico del suelo. En segundo lugar, el software puede dar recomendaciones basándose en las limitaciones introducidas por el usuario, como no poder regar en un día determinado. Y tercera, Manna ha añadido la posibilidad de cambiar la estructura estacional de forma dinámica, para lo que se toman en cuenta los cambios locales en los patrones meteorológicos y el cultivo concreto del que se trata. «Si el calendario de las etapas de crecimiento cambia dinámicamente, el agricultor no necesita actualizar las fechas. El sistema detecta automáticamente esos cambios y actualiza el logaritmo en consecuencia». Otra novedad en la que trabaja la empresa con un tercero es la capacidad de teledetectar la humedad del suelo a diario desde el espacio.
Penetración de la capa nubosa
Pero uno de los obstáculos ineludibles que hay que superar es la necesidad de encontrar una solución para atravesar las nubes. Hasta ahora, Manna Irrigation ha elegido sus territorios teniendo en mente esta limitación. Pero la empresa pronto podrá incorporar imágenes de SAR, el radar de apertura sintética que puede penetrar la capa nubosa. Para finales del año, Manna Irrigation prevé contar con imágenes satelitales de SAR.
Tomar los datos del SAR y combinarlos con los parámetros de entrada actuales no será una tarea fácil de ingeniería digital. Como confirma Mor, esta es realmente la aplicación de los macrodatos o Big Data. «Hemos encontrado una solución genérica, pero hay que ajustarla a un lugar y un cultivo específicos. Puedo afirmar que durante 2020 prevemos lanzar una solución SAR para una familia de cultivos concreta». Así, en primer lugar esto se aplicará a una selección de la gama de 45 cultivos con la que trabaja Manna. Los mercados de interés en los que esta innovación estará disponible son los países nubosos como China y Japón, con un alto potencial comercial.